Las flores preservadas son flores que se han dejado crecer de forma natural en su propio tallo hasta alcanzar su máximo desarrollo o mejor dicho, su mayor belleza.

Cuando cortamos estas flores naturales, se ponen en un líquido conocido como glicerina,  colorantes y otros conservantes de tipo natural. Mientras se encuentran en esta mezcla de productos, las flores absorben estos componentes, reemplazando su propia savia y la humedad natural de la flor.

El resultado de conservar las flores de esta manera es que conservan su hermoso y vibrante color. Rehidratarlos en la solución de conserva también produce una textura suave y flexible, tal como se siente una flor viva cuando aún está en un jarrón con agua. Lo mejor de todo es que un arreglo de rosas preservadas durará un año o más prácticamente sin mantenimiento. Y mantienen su aspecto vivo y brillante todo el tiempo, a diferencia de las flores secas o frescas. 

Las flores preservadas generalmente se regalan en cajas redondas o cuadradas, desde una sola rosa hasta varias docenas de rosas perfectamente dispuestas en una impresionante exhibición. También se pueden utilizar para crear arreglos personalizados, como ramos de novia, centros de mesa y otros elementos decorativos que desee que duren. 

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